jueves, 25 de junio de 2015

Carta a FONASA

Concepción, 23 de Junio del 2015.

Estimados FONASA
De nuestra consideración

El 27 de Junio del año del 2012, fue el día como familia que cambió nuestras vidas.
Ese día a las 07:30 de la mañana la hermana de mi esposa, Eva, y su marido Guillermo que iban conduciendo su vehículo, fueron impactados de frente por una camioneta que iba a exceso de velocidad que se salió de su pista de circulación.
Esto dio como resultados que tanto Eva como Guillermo fallecieran en dicho accidente, quedando su hijo menor Alvaro de 12 años con un serio daño neurológico.
Habiendo ocurrido el accidente en la ciudad de Los Angeles, fue traslados al Hospital de dicha ciudad. El mismo día del accidente se nos dijo que Alvaro estaba con muerte cerebral, sin embargo, al par de día comenzó a reaccionar revirtiendo tal situación.
Se conecto a ventilador, pero no se respeto el protocolo de abrir su cráneo dentro de las primeras horas para liberar la presión de su cerebro. Esto se hizo después de mucha insistencia a los 4 dias del accidente.
A los meses de estar en el Hospital de Los Angeles, se consiguió que fuera derivado al Centro de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda.
Estando en dicho Centro, Alvaro al comenzar a ser movido para iniciar la rehabilitación empezaba con episodios de fiebre que imposibilitaba cualquier ejercicio. Finalmente una doctora del centro solicito una radiografía pulmonar encontrándose una vía de pvc que había sido dejada en el Hospital de Los Angeles, que iba desde la Ingle hasta el corazón. Vía que le producía la fiebre y la imposibilidad de comenzar el trabajo de rehabilitación.
Ante tal hallazgo el Centro Pedro Aguirre Cerda envió a Alvaro a ser intervenido para retirar dicha vía en el Hospital Juan de Dios, operación que resultó efectiva. Pero lamentablemente en dicho Hospital, Alvaro se infectó de una bacteria intrahospitalaria, lo cual significó que Alvaro no fuera recibido en el Centro de Rehabilitación, NO puediendose iniciar el proceso de rehabilitación.
El Hospital Juan de Dios, derivó finalmente a Alvaro al Hospital, en el cual hizo varios episodios de pulmonía debido fundamentalmente a un mal manejo kinesiológico del centro hospitalario.
Debido a la campaña de invierno, Alvaro fue derivado desde el Hospital a la Clínica Los Coihues, en dónde los especialistas se dieron cuenta del mal manejo que producía las crisis de pulmonía recurrentes que Alvaro tenía.
Después de mucho insistir y enviar una Carta al Presidente de la República, comenzaron los ejercicios de rehabilitación, cosa que no había sido posible hacerlo en el Centro Pedro Aguirre Cerda debido a las recurrentes fiebres que Alvaro hacia por la vía que existía en su cuerpo.
En febrero del año pasado, Los Coihues iba a cerrar el sector pediatrico, para lo cual se comunicó con el Sotero del Rio, pero dicho Hospital informó a Los Coihues que los familiares debían hacerse cargo de como trasladar a Alvaro a su casa, y que ellos no tenían nada que hacer con Alvaro.
Ante tal situación presentamos un Recurso de Protección en favor de Alvaro debido a que se estaban vulnerando sus derechos.
El Recurso finalmente lo ganamos, y la Corte de Apelaciones de San Miguel ordenó que el niño no podía ser sacado de Los Coihues hasta que las bacterias en su cuerpo ya no estuvieran activas. Sin embargo, y a espaldas nuestras, Los Coihues traslado el niño a la Clinica Indisa por un par de días, hasta que resolviera la situación, sin autorización nuestra.
Sostuvimos reuniones con los encargado de Los Coihues y de Indisa haciéndoles ver lo grave de la situación al no respetar lo que ordenó la Corte. Lo que ocurrió finalmente es que Alvaro quedo en La Clínica Indisa.
A principios de agosto del año pasado, recibimos una llamada de la enfermera de camas del Sotero de Ríos, en dónde nos informaba que en Talcahuano estaba todo coordinado para que Alvaro fuera recibido en casa, previo paso por Las Higueras.
Aquí nos sentimos engañados, porque al llegar acá los médicos y enfermeras no tenían idea del caso de Alvaro, ni tampoco de su traslado hacia nuestra casa.
Nosotros "sabiendo" que se venía a nuestra casa, hicimos una pieza especial para él, inclusive compramos un catre clínico con su respectivo colchón.
Le escribo todo esto para hacer la siguiente solicitud, que ya se ha conversado previamente con la Dra Miller y la Dra Masoglia de la Direccion de Salud de Talcahuano.
Que Fonasa financie la atención domiciliaria para Alvaro en nuestra casa.
Entendemos en términos humanos que Alvaro no va ser el niño que era, solo Dios puede obrar un milagro para ello. También sabemos que Alvaro no tiene mucho tiempo de sobrevida, pero la que tiene nos gustaría que la viviera con aquellos que le aman.
Ha sido una etapa muy difícil. Ya hemos sufrido y llorado tanto como familia .
Muchas gracias y que Dios la bendiga
Rodrigo Vidal M. Cecilia Araya S.

UN BREVE RESUMEN: Alvarito y otros Incendios

2 de diciembre de 2014 a las 18:43

Respecto a Alvarito:
Luego de un par de meses de accidente de automóvil, en el cual fallecieron ambos padres, Alvarito se encontraba con un gravisimos daño neurológico en el Hospital de Los Ángeles, aquí en Chile. La médico a cargo en esa oportunidad nos planteaba la necesidad de que Alvaro estuviera con su familia y que recibiera mucho amor y cariño de parte de los suyos, "que niños como él, eso era lo que requerían".
Ante nuestra porfía y viéndonos tan decididos a continuar adelante y presionada por conversaciones que se realizaron con un Centro de Rehabilitación en Santiago, es que se logró derivarlo a dicho Centro en la Capital de nuestro país.
En dicho Centro, durante los tres mese que estuvo allí, no fue posible llevar a cabo la rehabilitación porque cada vez que se movía a Alvaro, este entraba en cuadros febriles. Al tercer mes la Médico a a cargo decidió pedir radiografía de tórax. Grande fue su sorpresa al encontrar una vía que iba desde su ingle hasta su corazón, via que se les había quedado en el Hospital de Los Angeles.
Como en dicho Centro, no se hacía operaciones, fue derivado al Hospital Juan de Dios, en donde se retiró el cuerpo extraño. Lamentablemente en ese Hospital contrajo un par de bacterias intrahospitalaria. Lo cual impidió que fuera recibido para su rehabilitación debido a que no contaban con una sección de Aislamiento para pacientes como Alvaro, pudiendo infectar a otros.
Para que no fuera enviado de vuelta a Los Angeles, cambiamos nuestro domicilio legal a Santiago, así fue posible internarlo en el Hospital Sotero del Rio, en la Unidad de Pacientes Crítico.
Al mes de su permanencia, comenzaron a insistir que el Alvaro debía ser derivado a su domicilio. Cuestión que nosotros nos negamos, porque pedíamos que se iniciara un proceso de rehabilitación.
Los médicos se negaron constantemente a ello, pero finalmente por una campaña de invierno fue derivado a otro centro de rehabilitación, Los Coihues. A pesar de estar allí, y que los médicos del Centro Los Coihues solicitaban la posibilidad de iniciar rehabilitación, fue negado debido a que él habría tenido rehabilitación en el Centro Pedro Aguirre Cerda. Sin embargo, de igual manera se hicieron algunas Kines motoras y respiratorias.

A los meses de terminada la campaña de invierno, fue reenviado al Sotero del Rio, en dónde nuevamente insistieron en que el niño fuera derivado a la casa. Como medida de presión se utilizaba el no aportar ni siquiera las gazas, para limpiar sus heridas, ya que el Hospital no tenía recursos para un niño como Alvaro.
Luego de mucho orar, llorar y escribir ante el Presidente, se nos permitió que Alvaro fuera derivado de nuevo a Los Coihues, cuestión que no fue bien acogido por los médicos del Sotero del Rio. Cuando escribí al presidente, a ellos se les hizo llegar la carta, y se nos dijo que "no importa a quien le escriba, Alvaro no se va a ir a ningún Centro de Rehabilitación".
Al cabo de cuatro meses, Los Coihues decidió cerrar el área de pediatría, lo que significo que Alvaro iba a quedar a la deriva. El Hospital Sotero del Rio, informo a Los Coihues que ek niño debía ser llevado a la casa de sus tutores, sin pasar por el Hospital, y que quienes tenían que hacerse cargo del traslado, sin supervisión medica de ningún tipo eran sus tutores.
Ante tal situación pusimos un Recurso de Protección en favor de Alvaro debido a que se estaban vulnerando sus derechos. Recurso que después de un par de semanas se ganó. La Corte ordenó al Los Coihues que no podía mover al niño de sus instalaciones hasta que él no tuviera en su cuerpo la bacteria intrahospitalaria.

Los Coihues, obviando la Orden de la Corte, tomó al niño de noche y lo derivó sin ningún tipo de consentimiento a La Clinica Indisa. A esta Clinica se le inform´´o que el niño iba a estar una semana, mientras encontraban donde derivarlos, ya que su familia lo "había abandonado".
Cuando supimos esto, nos reunimos con el medico a cargo de Los Coihues y con los Médicos a cargo de Alvaro, y les informamos que incurrieron en un hecho grave, y que estábamos evaluando la posibilidad de pedir Orden de Arresto para el Director de Los Coihues y el Director de La Clinica Indisa.
La Clinica Indisa es una de las mejores de Chile, y estaba abriendo una sección especial para pacientes como Alvaro. En términos reales, el que Alvaro llegara a ese lugar fue un milagro de Dios. El comenzó a ser tratado de una manera que quedamos asombrados.
Alvaro, estuvo en la Clinica durante 6 meses, pero la gente del Sotero del Rio apareció nuevamente. Se nos amenazó con presentar una Medida de Protección ante el Tribunal de Familia por el "abandono de Alvaro". Por supuesto que nosotros le informamos a la abogada que nos llamaba que el niño estaba donde estaba porque jamás lo hemos abandonado.
Ante nuestra explicación, apareció la enfermera "Encargada de Camas" del Sotero del Rio, quién nos dijo: "Ya está todo listo para que Alvaro sea trasladado a su casa en Talcahuano".
Ante tal información, que fue falsa, accedimos a trasladar a Alvaro al Hospital Las Higueras, cerca de nuestra casa, para que en un par de semanas estuviera con nosotros. En el proceso, remodelamos nuestra casa, se hizo una pieza especial para él, logramos tener una catre clínico, etc.

Pero al llegar a nuestra ciudad, el médico de la UCI que lo recibió nos informó que a él nadie le ha dicho nada de Alvaro, en reuniones posteriores con la Dirección de Salud, se nos dijo que con ellos no se había coordinado nada desde Santiago, y que la señorita enfermera en cuestión, nos mintió.
Hace un par de semanas en una reunión con el medico a cargo le dijo a mi esposa:
"Alvaro, necesita cuidado la 24 horas y los 7 días de la semana, por un paramedico especializado, como el Hospital no lo puede dar. Alvaro se quedará con nosotros"
Mi esposa indignada, con lagrimas en sus ojos, salió de la oficina, disculpándose por no poder seguir escuchando. Luego de un par de minutos y con su voz entrecortada le dice al medico:
"Lo que usted me dice es inhumano. Con quién puedo hablar sobre esta situación?"
El medico al ver la reacción de Cecilia, en un tono nervioso, le explica el conducto regular:
"Primero con el Subdirector, luego con el Director del Hospital, y después con el Sub-Director de Salud"
Ella de inmediato fue a pedir hora con el Subdirector del Hospital, la secretaria le dijo que el propio Doctor tenia que decirle cuándo la iba a atender, ya que él mismo era quien hacia su agenda.
Cada dos días íbamos a ver cuándo podía atendernos, pero no teníamos ninguna respuesta.

Finalmente fuimos a hablar con el Director de Salud, hablamos con una doctora que subrogaba, a la Subdirectora.
Ella nos escuchó amablemente, y nos dijo:
"Hace un par de años tuvimos a un niño como Alvaro, y conseguimos que él fuera llevado a su casa y fuera atendido con fondo concursables a través de FONASA. Vamos a ver que se puede hacer por Alvaro"
Luego agregó:
"Los felicito por ser como son"
Ante tales felicitaciones, mi respuesta siempre ha sido: "Inútiles somos, lo que debíamos hacer hicimos"

Hace una semana una doctora que ve a Alvaro en la UCI le dice a Cecilia: "Es imposible que se lleven a Alvaro de acá"
Ante tal afirmación Cecilia le respondió:
"Eso, ya nos lo han dicho otras veces, y Dios siempre ha abierto las puertas"